Tu planta está creciendo lento y las hojas parecen desganadas. ¿Le falta comida? Sí. ¿Qué le das? Fertilizante. Pero, ¿orgánico o químico? Te lo cuento, folk: el primero es como una dieta balanceada, el segundo ...
Fertilizantes orgánicos: nutrición a largo plazo
Son materiales naturales procesados por microorganismos, como
- Compost, humus de lombriz, té de plátano.
Ventajas Clave
- Enriquecen el sustrato con nutrientes naturales.
- Mejoran la calidad del suelo y evitan sobrealimentación.
- Liberan nutrientes gradualmente (6 meses a 1 año).
- Mejoran la estructura del suelo, reteniendo agua y aire.
- Difícil dañar raíces.
- Promueven biodiversidad (microbios buenos vs hongos).
Pro-Tip: Se recomiendan para plantas en maceta a largo plazo, huertos urbanos y amantes de la agricultura ecológica.
Fertilizantes químicos: efecto inmediato
- NPK sintético (nitrógeno, fósforo y potasio).
Puntos clave
- Rápidos y efectivos; ya que estimulan la floración y crecimiento, pero pueden dañar el sustrato a largo plazo.
- Si te pasas con la dosis, las raíces pueden quemarse.
- Dañan microorganismos benéficos y vuelven a la planta dependiente de los fertilizantes
¿Cuál elegir?
Si quieres crecimiento sostenible, el fertilizante orgánico es la mejor opción. Si necesitas un refuerzo rápido, el químico puede ayudarte, pero úsalo con precaución, ya que puede ser contraproducente. Sé paciente e infórmate acerca de cada uno de ellos para mantener saludables tus plantas.
Conclusión:
Como en la comida, lo natural siempre es mejor. Elige lo que le dará más beneficios a largo plazo a tu planta. También consulta nuestra guía para podar tus plantas en nuestros tips folks.